Lugo
es conocida como "la Ciudad del Sacramento", porque en su catedral
permanece perpetuamente expuesto el Santísimo Sacramento del Altar. Este
privilegio de la basílica lucense es memoria de la general costumbre de las
iglesias de España, antes de la venida de los moros, de tener descubierto y
patente cada día el Santísimo en su altar mayor. Un documento del año 1130, ya
se refiere a este culto extraordinario de Santa María de Lugo. En el gran
retablo antiguo del altar mayor , obra de Cornelius de Holanda(1531), aún
aparece el ostensorio donde se colocaba el Sacramento en forma de orifico
circular enmarcado por un desolete coronado. La actual Capilla Mayor, cerrada y
limitada por la nave del deambulatorio, conserva las columnas arcadas góticas
que acaso, como Peinado quiere, sean obra del maestro Fernán Pérez, y que
enmarcan grandes cristales, "los espejos del Sol que aquí se guarda".
En el siglo XVIII, el francés Lemaur hizo nuevas trazas, logrando un conjunto
frío e inexpresivo. El Tabernáculo es obra de San Jurjo, "un rompimiento
de gloria con ángeles y serafines". Y el altar mayor es obra del citado
Lemaur, y como todo lo suyo, helado y aséptico...
Pero
nada de esto importa cuando, en el feliz junio, el Reino de Galicia acude en
corporación- un reino ya imaginario, como el del rey Pecador de los romances
artúricos y de la quête del Grial-,a hacer la secular
ofrenda al Sacramento del Altar, "primer misterio de la Fe, en el que
firmemente creemos". Galicia se arrodilla físicamente allí. Y tampoco
importan nada los mármoles de las Vascongadas y de Carrara, y toda la frialdad
neoclásica, que pretenden sujetar la emoción a geometría, cuando los fieles
lucenses acuden a orar. Pequeñas sombras se doblan constantemente en los
reclinatorios. los lucenses se apuntan para "la vela" del Señor.
"Cuando alguien reza, dijo Hello, toda la Creación reza".
Y
en la tarde del día de la Ofrenda del Reino, en la famosa carroza catedralicia,
el Santísimo pasa por las calles y plazas intramuros de Lugo, en solemne
procesión. Y bendice a su cuidad, en la que el aire se llena de campanas y
latines litúrgicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario